The Banque Privée Edmond de Rothschild en el jardín de Epicuro
Input: Reunir a los empleados en torno a una cena de gala bajo el signo del placer y el gusto
Tipo de evento: Summer Party
Fecha del evento: 26 de Junio
Número de asistentes: 400
¿Quiénes son los invitados?: Empleados BPER
T
emas desarrollados:
Un tema creativo y original: «Aventura en Epicure»
– El aperitivo en las Caballerizas y en la explanada de un castillo
– Un buffet giratorio en el centro de la sala: innovador y original, abierto durante toda la noche.
– DJ lúdico e interactivo
Poner el tiempo que pasa a velocidad de vértigo entre paréntesis, finalmente tomarse el tiempo para instalarse, disfrutar del momento presente, dejándose mecer en un ambiente cálido, sutil en sus matices de colores, luces… tal era el lema del Banque Privée Velada del personal de Edmond de Rothschild, el pasado mes de junio, en el Château de Septfontaines. Una velada epicúrea muy hermosa que no contó sus horas para dar a todos tiempo para relajarse, intercambiar, festejar hasta el final de la noche…
Organizar una velada para sus empleados a veces puede ser un rompecabezas de «ni demasiado ni demasiado poco». Complacer, agradecer, premiar, sin caer en el exceso y la desmesura. Al elegir el tema “Adventure in Epicure”, Banque Privée Edmond de Rothschild ha apostado por el placer, la evidencia en la sencillez y el discreto refinamiento de las bellas mesas.
Una velada en tres actos, puesta bajo el signo de 3 colores emblemáticos: el blanco, símbolo de pureza y equilibrio, el verde, como guiño al epicureísmo y la naturaleza, y, por último, el rojo por la emoción y la sensualidad. Una decoración equilibrada, todo en matices para crear un ambiente relajado y sereno, abierto al diálogo y al buen humor. Entre colegas, más allá de reuniones y discusiones de oficina, a veces nos damos cuenta de que las personas no son muy conocidas. Una velada como esta, con buffet abierto y rotativo, invita al debate, al descubrimiento y promueve emociones de todo tipo. Porque es una cuestión de emoción, mucho más allá de la simple velada festiva.
Por el lado del entretenimiento, la música nunca se queda atrás con la elección de un muy buen DJ que supo hacer bailar a los invitados hasta altas horas de la madrugada.